viernes, 11 de enero de 2008

Aran Sanabria

Cuando una persona cambia un pueblo por una ciudad es fascinante las cosas nuevas que experimenta y, aunque en el caso de Andrea, se haya ido a casa de unos familiares los remolinos de emociones son cada vez mayores a medida que vas conociendo la ciudad y parte de sus habitantes... Crecer todos crecemos, pero si que es verdad que cuando marchas del lugar natal para estudiar aquello que deseas sientes como si abandonaras una parte de ti pero a la vez un escalofrió de no saber lo que te pasará en el próximo año, romper con la rutina, sentir cosas que jamás as sentido...etc. Andrea al llegar a Barcelona descubre mucha crueldad por parte de personas que la rodean y como ès una vida que acaba de salir de la guerra, una vida que està llena de ira y miedo a lo inesperado.

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