Todo el libro transcurre entre esa dualidad mágica que tiene la existencia, siempre cubierta por un manto de vulgar realidad que esconde un decorado de extraordinaria ilusión. La propia protagonista lo reflexiona cuando piensa en su vida en casa -lúgumbre, desesperanzada, grotesca- y en cómo contarla, o novelarla, para sus compañeros de la universidad- representantes de la libertad, la bohemia, la esperanza-. Éstos son, de hecho, los dos escenarios contrapuestos que, contrastados, sirven para ilustrar la aparente bipolaridad de la existencia.
En el siguiente video quiero presentar la situación de Madrid en la guerra civil.
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